23 febrero 2008

Hampton Roads: contexto y consecuencias

Ahora se me ha dado por centrarme un poco en episodios de la guerra civil americana, la llamada Guerra de Secesión. Hace poco posteaba sobre un video que encontre que relataba la batalla de Hampton Roads entre el CSS Virginia y el USS Monitor. Ahora quiero explicar un poco el contexto de tal enfrentamiento.



Mientras en Europa se vivía una época de aparente paz producto de la diplomacia de Napoleón III (no obstante, los nacionalismos italiano y alemán y la invasión de Mexico pronto cambiarían la situación), en los Estados Unidos se luchaba en una guerra civil cuyos móviles económicos han quedado hábilmente ocultos tras un telón de defensa del abolicionismo de la esclavitud.

Los estados del sur se sublevaron contra los del norte y comenzó una cruenta guerra en la que el sur agrícola, se enfrentaba al norte industrial en una guerra que no podía ganar. Sin embargo, allí donde no hay medios hay inteligencia y valor, y de eso estaban los caballeros del sur más que sobrados. Frente a la poderosa flota federal, con sus arsenales, bases y puertos perfectamente equipados, los confederados sólo podían oponer algunas naves mercantes y varios cañoneros fluviales.

El 19 de abril de 1861 los federales abandonaron el arsenal de Norfolk. Allí se encontraba la fragata de vapor unionista Merrimack que fue incendiada. Sin embargo, los confederados lograron recuperar el casco y se pusieron a trabajar inmediatamente en ella para transformarla en un ariete acorazado. El casco de la Merrimack fue cortado a pocos centímetros de la línea de flotación y se instaló sobre la cubierta una casamata rectangular de lados inclinados de gruesos listones de madera recubierta por planchas de hierro fundidas con raíles de tren. La capacidad industrial confederada era escasísima, pero consiguieron el hierro para el blindaje y un aparato motor que, aunque pobre, servía para la ocasión. Dentro de la casamata fueron instalados 10 cañones de distintos calibres. La nueva nave fue bautizada Virginia.

Sin embargo, los federales conocían perfectamente lo que los sudistas estaban haciendo en Norfolk e inmediatamente se dispusieron a darle la adecuada réplica. Para ello el Congreso de Washington destinó un millón y medio de dólares para construir una nave capaz de enfrentar al Virginia. La nueva nave, llamada Monitor, daría nombre a todas las naves de su tipo que en cualquier país del mundo se construyeron. El flamante USS Monitor fue botado en un auténtico alarde de técnica y capacidad industrial de los estados federados. El 9 de marzo de 1862, en Hampton Roads se enzarzaron ambas naves en un épico combate observados con estupor desde tierra por las tropas de ambos ejércitos.

Tras más de 3 horas de furioso cañoneo a quemarropa, el CSS Virginia rompió el contacto y se retiró. Tácticamente no hubo ni vencedores ni vencidos porque ninguna de las dos naves resultó perforada por los disparos de su enemiga ni dañada, aunque la victoria estratégica correspondiera a los nordistas, que mantuvieron el bloqueo sobre la Confederación. Hampton Roads fue el primer combate de la historia entre naves acorazadas. Un claro presagio de lo que se avecinaba.

A partir de ese momento se definieron dos cosas: Primero, las naves de madera quedaron pura y simplemente obsoletas, de ahí en adelante, serian los blindados (fragatas, destructores, cruceros y acorazados) los que dominen el mar. Segundo, la suerte de la Confederación estaba echada, su destino sería la derrota. Aún muchas batallas habrían de enfrentar: Antietam, Gettysburg, Mobile Bay, etc. Pero tras la rendición del general Lee en Appomattox la idea de la Secesión queda definitivamente enterrada.



Tumba del General Lee en Virginia


Notas al margen: los sudistas no peleaban sólo por el derecho de tener esclavos, total Lincoln habia consentido que ellos tuvieran esclavos, pero que ningún estado más los tuviera. Además los soldados confederados eran demasiado pobres para poseer esclavos. La pugna en realidad fue por dos sistemas de economia, una industrial y otra agricola, bajo el pretexto del esclavismo. El resto fue publicidad, los nordistas tuvieron que apoyarse en el slogan de "esclavismo, no" para conseguir el apoyo externo e interno que tanto necesitaban para ganar la guerra. Es cierto, los afroamericanos fueron liberados, pero fueron marginados de la sociedad estadounidense (curiosamente la que los "defendió") durante muchos años, hasta su inclusión definitiva bien entrado el siglo XX.

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